Papa João Paulo II

 

em 07/04/2008
MENSAJES - SAN JUAN PABLO II

 

Hace unos años tuve el gran privilegio de ser cabeza de mi querida Iglesia Católica, siempre preocupado por evangelizadora de los pueblos, el Evangelio fue llevado a los rincones más lejanos y las palabras

del Maestro Jesús y la amabilidad de la Virgen María podía tocar el corazones de los jóvenes, que son el futuro de la humanidad, de los hombres, de las mujeres y los ancianos.

 

El Evangelio describe los pasos y las sabias enseñanzas que el Maestro Jesús trajo a nosotros, la acción de los Apóstoles y el sufrimiento de quienes que sacrificó su vida por amor a la humanidad, y, en su esencia, insta a la humanidad a seguir el camino de el amor, el acuerdo, la justicia y la caridad.

 

Muy pronto me sentí atraer al Evangelio, el corazón de un joven comprendió que la única manera de que una vida feliz es una vida hecha siempre a beneficio de los demás y, el ser humano debe ser liberado de los sentimientos que los hacen sufrir, llenar los corazones de los sentimientos que el Maestro Jesús estaba proclamando, sentimientos capaces de transformar a nadie y podría hacer que los agentes del bien.

 

Cuando yo era joven, vi a mi pueblo está destruido bárbaramente. Nos trataron como animales, niños y ancianos fueron utilizados para las experiencias que hasta ese momento, sólo los animales sirvieron como conejillos de Indias. Tal crueldad, en lugar de hacerme amargo desarrollado en mí un profundo sentimiento de compasión. Sentí lástima de los verdugos, tal ignorancia y la brutalidad de sus actitudes.

 

Vi en el sacerdocio al revés, porque yo estaba predicando el amor, la justicia, la bondad y la caridad, y se toma a mis palabras de la gente de esperanza. Hubo algunos hechos de la historia conocida de la barbarie de igualdad en el trato a hermano hermano, pero mi corazón nunca tuvo otro sentimiento, sólo la compasión. Le pedí a la Virgen María pidiendo que abra los corazones de las criaturas tan crueles. Tengo total convicción de que mis hermanos, seres Cardenales, me eligió a un Papa en honor de los sufrimientos de mi pueblo.

 

Hoy en día, todavía rezar a la Virgen María, porque el alma de quien la practicada tanta crueldad, pero conscientes de que se les ha dado el libre albedrío por el Creador y éstos, por varias razones, escogió el camino de la crueldad y, en la actualidad, a través de la tribulación kármica , limpian sus espíritus consiguiendo de enfermedad de los cuerpos.

 

Tuve el honor de santificar a algunos misioneros que, por su actitud y amabilidad, se hicieron dignos de recibir el nombre del santo. Hoy en día, soy un siervo que sólo una pequeña continúa el esfuerzo de predicar el amor, la justicia, la tolerancia y la bondad de predicar lo que el Maestro Jesús y otros maestros de tantos traído a la humanidad. Soy un pequeño siervo de la Virgen María, que trata de minimizar el dolor y el sufrimiento de quienes, con sus méritos, son dignos de la cura.

 

Pregunta Virgen María y si hay mérito todo va a curar. Los curas siempre se llevan a cabo por los médicos que trabajan en el esfuerzo de este canal, los médicos Bezerra de Menezes, Christian Barnard, Campos da Paz y Paulo Niemeyer son médicos que tienen conocimientos y un gran espíritu de compasión.

 

Me siento muy feliz por haber participado en este curso en el que los hombres son llamados a ejercer su racionalidad y tomar conciencia del hecho de que todo depende de la acción de cada uno, que todo va a ser conquistado, siempre bajo la ley de mérito, para que cualquier acción corresponderá a una reacción, y el único camino que nos lleva al Padre es el camino del amor. Me siento muy honrado por haber participado en este movimiento junto a Santo Tomás de Aquino, gran filósofo y sabio de nuestra amada Iglesia.

 

Deseo Virgen María protege a toda la humanidad y deseo que esta nueva era, la humanidad descubre la grandeza y los grandes beneficios de la palabra AMOR.

 

Deseo Virgen María siempre te protege. Amen.

 

 

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em 07/04/2008

 

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