Principal San Agostinho em 07/01/2008

 

Santo Agostinho

 

em 07/01/2008
MENSAJES - SANTO AGOSTINHO

 

Desde que me uní a la Iglesia, me interesa el estudio del ocultismo. Los misterios de la vida y de la existencia siempre me atrajo. Se creía en la existencia de espíritus, sino que pertenecía a una iglesia

muy ligada a dogmas. Sentí la necesidad de investigar, buscar y descubrir los misterios de la vida, me encontré en la ciencia de la forma y descubrió un gran desafío en el ocultismo, he estudiado la ciencia y el ocultismo mucho y, hoy, mis seguidores, incluso en los templos y en Iglesias, sigue investigando y estudiar los misterios del ocultismo.

 

Estudié filosofía y se dio cuenta de que las ideas de los filósofos eran muy similares a lo que había aprendido en la Santa Biblia, los misterios fueron el punto álgido durante mi sacerdocio, he aprendido y practicado la familiaridad con el mundo espiritual y todo lo que había contribuido a la transformación de las ideas de la, hasta entonces, un seminarista, me ayudó a entender el otro lado, que la Iglesia no se había presentado.

 

Me enteré de que los santos y los grandes líderes de la Iglesia traen consigo, por encima de todo, un gran misterio. Este enigma fue lo que me ayudó en mis estudios, llegando a una sola conclusión: la vida es para siempre y la necesidad de mejorar el conocimiento está presente en cualquiera de las fases, por lo que, el aprendizaje es un acto de sabiduría que transforma y nos hace diferentes.

 

La Iglesia me hizo un santo, aunque yo no me considero como uno, un santo es un ser lleno de luz que sólo vive para su transporte junto a su corazón la llama sagrada del amor además de sentirse muy pequeña en frente del Universo. Yo sólo era un sacerdote que se dedicó a la predicación de la palabra de Jesús y los estudios de los misterios de la vida y la muerte.

 

Doy las gracias a la Agostinians que profesa, en la actualidad, el sacerdocio mediante el estudio de los misterios de la vida y dedicar sus vidas a amar a otro. Les digo que no hay sentimiento y la fuerza más grande que el amor.

 

El creador de la inteligencia nos anima para la eterna necesidad de cambiar. El cambio es una condición básica para alcanzar los planes superiores de conocimiento y, si el cambio es inevitable, es mejor el cambio de nuestra propia voluntad ya que el proceso sea menos doloroso. Aquí tienes mi mensaje: el cambio.

Practicar la tolerancia, la caridad y la bondad. Controla tus pensamientos y palabras y sentirás la fuerza que da el cambio para el espíritu y la salud que se lleva en el cuerpo.

 

Virgen María siempre protege a todos ustedes. Amen.

 

 

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em 07/01/2008

 

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